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Denuncia, sanción y multa, ¿es lo mismo?

Estos últimos días ha existido cierto revuelo debido a los datos arrojados por la DGT y recogidos en el informe “Multas de Tráfico, ¿recaudación o reeducación?”. Asociar el término recaudación con la labor de los agentes de tráfico suele ser un recurso bastante habitual, sobre todo para aquellos que han sufrido en carne propia una multa. ¿O deberíamos decir sanción? ¿Y qué es la denuncia?

Aunque son términos que en muchas ocasiones se usan indistintamente, la DGT ha querido matizar también estos conceptos en los últimos días, como buscando un intento de desviar la atención respecto a lo que os comentábamos anteriormente, y que viene motivado por el incremento de las sanciones hasta en un 92% durante los años que más fuerte golpeó la crisis. Pero vayamos por partes y veamos primero éstos términos y, luego, el tema del aumento de sanciones.

  • Con la denuncia se abre un procedimiento sancionador de tráfico, y que se inicia con la actuación de un agente de la autoridad que observa una infracción. Puede notificarse en el acto o no.
  • Sanción es el resultado de la tramitación en tiempo y forma de la denuncia. Desde el año 2009, la única sanción que existe en las infracciones de tráfico es la multa, pues los puntos no son una sanción.
  • Por último, el término “multa” que se suele equiparar en términos coloquiales a la denuncia por la comisión de una infracción de tráfico, tiene un significado diferente desde un punto de vista jurídico. La “multa” es la sanción que corresponde a las infracciones. Por tanto la sanción sólo es multa (los puntos no son sanción aunque tengan efectos punitivos).

De 2,5 millones de denuncias en el 2006 a 4,8 en el 2009

Del 2007 al 2013, el número de sanciones se incrementó en un 180% respecto al periodo anterior comprendido entre el 2000 al 2006. Este dato cobra especial interés si tenemos en cuenta que, durante esos años, fue cuando la crisis golpeó con mayor fuerza a España y el número de desplazamientos así como la velocidad que se podía comprobar diariamente en las carreteras, era sensiblemente inferior buscando un menor gasto de combustible.

Una política de sanciones más restrictiva y una mayor presión sobre los agentes de Tráfico con el fin de aumentar el número de sanciones en un 80%, son algunas de las conclusiones que se extraen del estudio que os comentábamos antes, “Multas de Tráfico, ¿recaudación o reeducación?”, donde el 92% de los españoles considera que tienen una intención eminentemente recaudatoria y solo un 20% cree que las multas contribuyen a reducir la siniestralidad.

También llamativo es el número de personas que cree que hay garantías para reclamar, sólo un 8% mientras que un 70% prefieren el pronto pago porque no ven muchas posibilidades de que su querella salga adelante. Teniendo en cuenta que los Ayuntamientos sancionan 6 veces más que la DGT pero que no está obligada a invertir el dinero recaudado en Seguridad Vial como la propia Dirección General de Tráfico, una gran cantidad del dinero recaudado parece que no se reinvierte en una política de educación basada en la Seguridad Vial.

¿Qué tiene la DGT que decir a todo esto? Según el organismo dependiente del Ministerio del Interior, “es erróneo atribuir los datos que en este informe se manejan únicamente a este organismo”, pues en España tienen competencia sancionadora en materia de tráfico interurbano el Gobierno Vasco, la Generalitat de Cataluña y los más de 2.300 ayuntamientos.

Aun así, Tráfico tramitó directamente 2,5 millones de denuncias en 2006; 3,5 en 2007, 4,7 en 2008 y 4,8 en 2009 para volver a bajar en el 2014 a los 4,2 millones. La DGT achaca este incremento a la instalación de los primeros radares fijos, a la instauración del permiso por puntos y al Centro de Tramitación de Denuncias Automatizadas.

Pero ahora es cuando volvemos al principio, y al término recaudación. ¿Tiene la DGT por un lado, y los Ayuntamientos y el resto de organismos con las competencias transferidas por otro, un afán por aumentar el número de denuncias y con ello, un mayor ingreso del dinero que llegan a sus arcas? Pues según las cifras parece que sí se ha aprovechado la coyuntura pero, ¿no somos nosotros también culpables por seguir incumpliendo las normas de circulación y por ello ser sancionados?

 

Fuente: circulaseguro.com